Tras más de 15 años brillando en la Fórmula 1, Fernando Alonso lo ha vivido absolutamente todo. Gloria y frustración. Cambios de equipo y de compañeros. Tensiones internas, polémicas públicas, títulos mundiales y decepciones que aún duelen. Pero, ¿qué es realmente esencial para un piloto al que muchos consideran el mejor de la parrilla?
El 32 veces ganador de Grandes Premios abre la puerta a su mundo interior y responde con honestidad, ironía y la lucidez de quien ha sobrevivido a todas las batallas del paddock.
“A veces hay que ser un poco actor”
¿Cómo es tu rutina esencial antes de una carrera?
Fernando Alonso:
Probablemente decepcione a algunos, pero no hago nada raro (ríe). Llego al circuito bastante pronto, unas tres horas y media antes de la carrera. Tengo reuniones con los ingenieros para revisar la estrategia, el número de paradas… Luego voy al desfile de pilotos para saludar a los aficionados.
Cuando vuelvo, tengo unos 30 minutos para mí: llamo a mi familia, a mi pareja, les cuento cómo va todo… y después, al coche. Es una rutina bastante normal. Nada especial.
La noche perfecta: simple y sin despertador
¿Qué no puede faltar en una buena noche fuera de casa?
FA: Estar con amigos. No trabajar al día siguiente. Y, sobre todo, no tener que madrugar. Al final todo depende del ambiente, de cómo fluya la noche.
Orden obsesivo… y cuenta atrás psicológica
¿Qué es imprescindible en tu motorhome durante un GP?
FA: Nada especial… aunque soy muy preciso con los horarios. Tengo papeles por todas partes con el programa exacto del fin de semana, minuto a minuto. Voy tachando todo lo que ya he hecho. Es como una cuenta atrás psicológica hacia la carrera (ríe).
Un buen compañero: rápido y sin dramas
¿Qué cualidades debe tener un buen compañero de equipo?
FA: Velocidad, lealtad al equipo y sentido del humor. Pasamos muchísimo tiempo juntos y siempre hay momentos de tensión. No quiero dramas ni llorones, sino alguien que sepa relativizar y reírse cuando toca.
El frigorífico… siempre vacío
¿Qué no puede faltar en tu nevera en casa?
FA: Con tantos viajes, al final siempre queda vacía. Lo que no se usa se tira y, cuando vuelvo a casa, empieza todo de nuevo: comprar, consumir, viajar otra vez.
Aeropuertos: llegar antes para no sufrir
¿Algún truco esencial para evitar el estrés en los aeropuertos?
FA: Llegar con tiempo. Odio el estrés inútil. Si el chófer dice que pasa a las 9:00, yo le digo 8:30. Esa media hora extra me relaja el día entero.
¿Qué hace grande a un piloto de F1?
FA: A veces tienes que ser un poco actor. Hay situaciones en las que debes aparentar algo que no sientes realmente.
También necesitas una cierta dosis de egoísmo —no arrogancia—, algo que te permita ganarte el respeto de quienes te rodean.
Desconectar… viendo la carrera otra vez
¿Cómo desconectas después de una carrera?
FA: Vuelvo a ver la carrera. Me ayuda a calmarme y a cerrar el capítulo. Si no lo hago, me quedo pensando todo el tiempo en qué pasó aquí o allá. Una vez la reviso, ya es pasado y puedo seguir adelante.
Circuitos, adrenalina y templos del automovilismo
¿Qué hace grande a un circuito?
FA: Las curvas rápidas. Solo eso. Donde puedas llevar el coche al límite. Suzuka lo tiene todo.
¿El Gran Premio imprescindible para cualquier aficionado?
FA:
Por estilo de vida: Mónaco.
Por pasión pura de las gradas: Monza.
Twitter, verdad y líderes honestos
¿Qué app no puede faltar en tu móvil?
FA: Twitter. Me gusta el contacto con los fans y estar al día de lo que pasa en el mundo.
¿Y las cualidades esenciales de un jefe de equipo?
FA: Que diga la verdad. Prefiero expectativas realistas a falsas promesas. Motivar de más para luego decepcionar no va conmigo. Quiero la verdad, directa, a la cara.
Fernando Alonso no cree en fórmulas mágicas. Cree en la disciplina, en el control emocional y en la honestidad brutal. Quizá por eso, después de tantos años, sigue siendo esencial en la Fórmula 1.
